La llegada de un hermanito/a trae muchos cambios en el hogar y no siempre contamos con el espacio adecuado.
Si los niños tienen que compartir habitación, tendremos que rediseñar para poderla adaptar a las nuevas necesidades y hacerla funcional y cómoda para ambos pequeños.
Para decorarlo sugerimos apostar por los muebles blancos que se adaptan a todas las edades y otorgan amplitud y luminosidad, luego los combinaremos con accesorios y textiles de color, lo que nos va a ir permitiendo una renovación cuando lo necesitemos.
En esta nota encontrarás algunas ideas y consejos para que la tarea no se convierta en un desafío imposible.
Empecemos por las camas
Es de gran necesidad para los chicos dejar el mayor espacio libre posible entre el mobiliario, permitiendo un área de juego libre de obstáculos evitando golpes y dejando que el niño se exprese. Para lograrlo debemos ser ingeniosos a la hora de colocar las camas.
En paralelo, en línea, camas perpendiculares, camas en nido, literas o cuchetas, todo dependerá del tamaño de la habitación. Las literas son la mejor opción si el espacio es reducido y más aún si se pueden diseñar de forma personalizada siguiendo el método Montessori como las divertidas y originales casitas al ras del suelo.
Uno de los principios del método Montessori es fomentar la independencia y autonomía, impulsando que el niño tome decisiones y resuelva problemas.
Con las camas al ras del suelo no es necesaria la utilización de barandas en toda su extensión, por tanto se logra que el niño tenga independencia para entrar o salir de su cama sin tener que llamar a sus padres de manera constante.
Almacenaje y guardado
Aprovechemos al máximo el espacio de almacenamiento. No siempre podemos cumplir la regla de oro: “lo que no se usa se regala, lo que está roto se tira”, y cada vez son más los juguetes y prendas de vestir que acumulamos casi de una manera hermética en el armario.
Recordemos que el espacio que era de uno ahora se debe compartir con otra persona y esto muchas veces crea conflictos entre hermanos, sobre todo los mayores que se sienten invadidos por el hermanito menor que ha llegado, por eso es importante no perder ni un centímetro, y aprovechar al máximo nuestra creatividad.
-Los armarios con puertas corredizas son los más recomendables. Hay quienes optan por hacerlos espejados para darle mayor amplitud al dormitorio y otros por pintarlos con colores pasteles o colocarles algún vinilo temático para hacerlos más vistoso.
-En el espacio debajo de la cama se pueden confeccionar cajones, algo muy práctico sobre todo para guardar juguetes o ropa de cama. En camas paralelas también podemos incorporar un pequeño baúl de mimbre a los pies de cada una de ellas; allí cada hermanito guardará sus objetos personales.
-Cuando las cuchetas tienen una escalera en forma de estantería o en sus escalones se diseñan cajones, se aprovecharán esos huecos que de otra manera quedarían vacíos.
-Saquemos ventaja al espacio aéreo a través de la incorporación de estantes o cubos que te permitan colocar objetos, libros o cajas y a través de una luminaria portátil para la cama, podremos prescindir de la mesita de luz.
-Se pueden diseñar también muebles flexibles donde se integran las dos camas y un escritorio que cuando no se usa se guarda en la estructura.
Espacios identificados
Es clave lograr una convivencia armónica sin importar la diferencia etaria entre ambos. Para ello, cada uno debe tener un espacio propio con el que se identifique y sienta que le pertenece.
¿Cómo lo logramos? Identifiquemos los intereses y tareas de cada uno. En las paredes que delimitan la cama podemos colgar algún elemento, lámina o imagen que identifique al niño según sus gustos, de manera que él las pueda observar y se sienta a gusto y motivado, incluso hasta podría ser su nombre o una frase…
Otra opción es crear un rincón de lectura; almohadones, una linda alfombra y una mini biblioteca que contenga libros diferenciados según los intereses de cada chico.
Si son pequeños parte de una pared, a la altura del niño, podría pintarse con pintura de pizarrón para que cada uno desarrolle su expresividad.
Como verán las opciones son infinitas y variadas que van más allá de los metros con los que contamos… ¡es una cuestión de ingenio y originalidad para que nuestro triunfo esté asegurado!
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