Es una profesión muy dinámica, cada proyecto nuevo es como volver a empezar
Lucia es Arquitecta y responsable de uno de los proyectos inmobiliarios más
importantes del momento: Pilar de los Horneros, primer barrio cerrado
sustentable del país.
¿Siempre tuviste claro que ibas a ser Arquitecta?
¡No, todo lo contrario! Quería hacer Medicina, estaba convencida de que era mi
vocación. Pero en paralelo tenía otros gustos más “artísticos” – como bellas artes y
teatro – que, si bien en ese momento no los consideraba como potenciales carreras,
me tentó inclinarme por un camino que en algún punto me permitiera, aunque sea
tangencialmente, estar cerca de esas cosas. Y así fue como opté por Arquitectura, y
enseguida que empecé me fascinó y no dudé que era por ahí.
Llevaste a cabo una obra imponente como Pilar, ¿cuál es para ti el mayor
beneficio de este proyecto para quien decide apostar por él?
Me cuesta quedarme con uno, porque creo que gran parte del éxito de Pilar se debe a
lo que ofrece en su conjunto, como proyecto. Por un lado, su ubicación. Dentro de los
emprendimientos de la zona, que esté cerca del Mall es un atractivo importante.
Por otro lado, las casas ofrecen todas las comodidades y calidad constructiva en un
metraje atractivo por su bajo costo y mantenimiento. Y el plus más grande, es que son
energéticamente sustentables.
¿Qué implicó profesionalmente para ti que el proyecto fuera sustentable?
Fue un gran desafío. Cuando empezamos a hablar de llevar a cabo un proyecto que
sea sustentable, primero tuvimos que asesorarnos e investigar sobre lo que esto
requería. En cuanto a la arquitectura, implicó incorporar en las casas instalaciones y
espacios adecuados para poder instalar el sistema y que funcionara correctamente y
no interfiriera con las comodidades de las casas. Además, nos dio pie para
interiorizarnos en muchas otras particularidades que pueden hacer que una vivienda
sea más sustentable, y nos encontramos con un mundo mucho más amplio del que
creíamos.
Contanos en qué consiste este sistema para quienes aún no conocen…
Las casas de Pilar cuentan con una instalación fotovoltaica que permite que, en
términos energéticos, las viviendas se auto sustentan con la energía que generan los
paneles solares que cubren el total de la azotea de cada casa. Este sistema alimenta
la red interior, incluyendo el calentamiento de agua y calefacción. Además, el proyecto
busca impulsar prácticas individuales amigables con el medio ambiente, como la
selección de residuos, bajo consumo de agua y la utilización de huertas y
composteras.
¿Cuánto afectó la pandemia, desde tu punto de vista como Arquitecta , la forma como concebimos una casa ahora y lo que esperamos de un hogar?
Creo que más que personal, a todos los arquitectos nos dejó dos cosas fundamentales
a incorporar en nuestros proyectos. Por un lado, el espacio de trabajo. La pandemia
reivindicó el home-office y la necesidad de contar con un espacio cómodo para
trabajar y que en lo posible no interfiera con la dinámica del resto de la casa.
Por otro lado, y tal vez lo más importante, la necesidad de espacio exterior y verde. Esto último adoptó un valor enorme durante la pandemia y hoy es un requisito inexorable a la hora de pensar una vivienda.
Definite en una sola palabra:
¿Comprometida? No se si vale usarlo como adjetivo, pero me refiero a que cuándo me
pongo algo como meta o tengo claro un objetivo, ya sea laboral o personal, pongo todo
de mí para cumplirlo.
¿Qué es lo que más disfrutás de tu profesión?
Es una profesión muy dinámica, cada proyecto nuevo es como volver a empezar. Muy
difícilmente trabajemos reiteradamente sobre un mismo proyecto. Si bien algunos
proyectos no prosperan y esto puede resultar frustrante, es parte de y cada nuevo
proyecto es una oportunidad para imaginar algo distinto o investigar sobre algo nuevo.
Otra cosa que disfruto mucho es que el resultado siempre es fruto de un fuerte trabajo
en equipo. La arquitectura necesariamente se nutre de otras disciplinas y asesores y
esto te enriquece como profesional.
¿Lo más difícil de tu trabajo?
Para mí hay dos momentos difíciles. Por un lado, cuando me enfrento por primera vez a la hoja en blanco y tengo la presión de hacer algo que cumpla con los requisitos de quien solicita el proyecto (y no menor, con los tiempos). Y por otro, el momento en el que lo mostrás por primera vez y está ese 50-50 de chances de seguir adelante por el mismo camino o volver a empezar.
Tu peor defecto
Exigente.
Tu mayor virtud
Paciente.
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