Quiso ser diseñadora desde que tiene memoria y se crió en una familia rodeada por la moda y el arte. Sus diseños pueden definirse como vestidos de autor, artesanales pero no por menos elegantes. En marzo tuvo el honor de vestir para la asunción a la primera dama Lorena Ponce de León. Nos metimos en su casa para conocer más sobre su mundo y su estilo personal.
¿Cómo nace tu vínculo con la moda?
En la familia hay una veta artística muy grande. Tengo una tía que es diseñadora, otra que es artista, tengo dos tíos que tienen una tienda de ropa. Mi abuela tenía una casa de telas. Mi madre por su parte hacía tocados de novia. Abunda en mi familia materna la moda y el arte.
¿Desde chica tenías esta vocación?
Desde que tengo memoria. De hecho me encuentro con maestras de primaria que me recuerdan que yo siempre les decía ¨para qué voy a aprender estoy si yo quiero ser diseñadora¨. Siempre tuve clara mi vocación. Fui la primer generación en recibir el título de Licenciada en Diseño de Moda en la ORT.
Sos oriunda de Paysandú, ¿a qué edad te viniste a vivir a Montevideo?
A los 18, para hacer la carrera. Viví toda mi infancia y adolescencia en Paysandú.
¿Cómo diste comienzo a tu marca?
Fue algo súper intuitivo y espontáneo. Nunca me imaginé terminar la carrera y arrancar con mi marca Paty Teske, pero lo que sí sabía es que no iba a buscar trabajo en una trading por ejemplo. Yo quería coser, quiera diseñar. Algo que también siempre tuve claro es que no quería hacer novias. Me gusta lo matérico, los colores, me inspiro con diferentes materiales, y la realidad es que las novias me aburren!. No dan a lugar a demasiado ingenio. He hecho novias, pero son trabajos puntuales. No me motiva. Además de que es todo un estrés y a mi me gusta trabajar distendida, haciendo lo que me gusta.
Tengo ganas de hacer una edición limitada de vestidos prontos para novias, pero como algo puntual. Es un proyecto en el que estoy trabajando a corto plazo.
¿Cuál es tu estilo?
Es una mezcla de modernidad y artesanía. Me encanta estar en la búsqueda de elementos artesanales y llevarlos a fiesta. Usar materiales rústicos y usarlos en un vestido elegante. Uso yute, cuero, pero el vestido en su final es de fiesta. Busco la armonía en los colores. Mi manera de diseñar es diferente, yo no hago bocetos, trabajo arriba del maniquí, me inspiro con la tela, me gusta imaginarme el vestido con la tela sobre el maniquí. Otro rasgo personal es que trabajo a medida pero siempre en base a mis colecciones. No me gusta salirme de mi estilo. Me traen fotos de ejemplos y me sirve para saber lo que les gusta, pero lo adapto a mi colección.
¿Por qué elegiste el rubro fiesta y nunca hiciste ropa casual, por ejemplo?
Fue algo que se dio, por así decirlo. En facultad la última materia es Proyecto Integrador y me tocó trabajar con una empresa de cueros. Tenía que proponer algo a la marca para innovar y propuse hacer una colección con retazos de cuero. A continuación me anoté en una feria a vender esa misma colección, y me fue súper bien. Y terminé diseñando vestidos de fiesta y polleras con retazos en cuero. Fue en el año 2009, se usaba el estilo folk. De a poco me empecé a meter en vestidos de fiesta, pero usando materiales nobles.
Soy muy detallista en la confección, y exijo determinado nivel. Me cuesta hacer algo casual y que este bien confeccionado, dado que la buena confección sale más y en ropa casual hay que hacer más cantidad y más talles de un mismo modelo. Para que llegue a un precio vendible y que sea de excelente confección se me hace difícil. En cambio, en el caso de un vestido de fiesta es un gasto puntual para la clienta, por lo tanto invierte. Además de que es un trabajo mucho más creativo.
¿Contanos cómo fue que llegaste a vestir a Lorena?
Me llamó su prima, Manuelita Ponce de León que es diseñadora de accesorios y es quien hoy la asesora de manera informal. A Manuelita la conozco de hace muchos años y he trabajado con ella.
Me pasó que cuando ganaron la vi en la tele y pensé ¨cómo me gustaría vestir a esta mujer¨. La analizaba desde la parte estética, en el sentido técnico digamos, y moría por hacerle algo.
¿Cómo fue el proceso de diseño?
Loli es un amor, una divina y muy mona!!, por lo tanto fue un placer trabajar para ella. Ella tenía claro que no quería ir con mangas dado que iba a hacer mucho calor, y no se identificaba con ese look. Pero logramos definir un estilo que se adecuara de alguna forma al protocolo, y que a ella le gustara y se sintiera cómoda. Además de que quería también ser fiel a mi propio estilo. No quería copiar un diseño.
Por lo tanto lo que hice fue estudiarla de ante mano por fotos y videos. Me la jugué, y la esperé con un vestido ¨pronto¨ para que se pruebe, que imaginé le quedaría bien. Enseguida que se lo puso le gustó, se lo fui ajustando, adaptando pero le encanto! Estaba monísima.
¿Qué tela era?
Un rustico de seda.
¿Qué comentarios recibiste?
Muy buenos en general. Me criticaron un poco por no ajustarme al 100% al protocolo, pero ella tenía claro lo que quería. Es una mujer muy segura de sí misma. Tiene mucha personalidad.
¿Seguís trabajando con ella?
Sí, ella quedo muy contenta. Cada tanto conversamos y estamos viendo de seguir haciendo algunos vestidos para que tenga para algunos eventos puntuales.
¿Qué proyectos tenés para lo que queda de 2020, y para 2021?
Primero lanzar una línea de vestidos prontos para civiles. Y por otro una colección con detalles, espaldas y accesorios en Macramé. Conocí a una artista divina que es Andrea Ramagli, que trabaja con este material que está muy de moda. Es un trabajo artesanal de alta costura espectacular.
¿Quién es para ti un referente de la moda en Uruguay?
Chiara Deffeminis. Es jugada y tiene mucho estilo.
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